Vivimos todo lo seguro que nos merecemos? Nos esforzamos todos los días por trabajar con dignidad para disfrutar de lo que tenemos. No es justo que otros se aprovechen con engaños, artimañas y trucos para arrebatarnos lo que tanto nos cuesta ganar. Es necesario tener un seguro de vida para salir a la calle?
Los cacos esperan por tu descuido
Los dueños de lo ajeno siempre están al acecho, pensando formas y fórmulas para con el mínimo esfuerzo, causar daño a nuestros bolsillos y en nuestras posesiones. Con o sin violencia son maestros en la sustracción y el escapismo.
Con más o menos profesionalidad, lo cierto es que se apoderan de lo que no es suyo para disfrutar de una vida más cómoda sin tener que trabajar. No se lo podemos permitir ni facilitar.
Nadie está exento de tal conducta incívica: negocios, comercios, vehículos, hogares y personas. Es nuestra responsabilidad cuidarnos y protegernos. La propiedad privada es un derecho que hay que cuidar sin caer en la tentación de obsesionarnos con el control y la seguridad.
No obstante es importante sentirse seguros y por lo que pueda pasar, cubrir nuestras posesiones y bienes con garantías es una buena idea. Nunca pasa nada hasta que pasa algo.
Estamos comprobando que el respeto a la autoridad, el sentido de la justicia y la cultura del trabajo están en desuso y el aumento de nuestra impotencia ante ciertos hechos delictivos, es una constante que podemos comprobar diariamente en todas las noticias de la prensa, radio y/o televisión.
La delincuencia aumenta con la crisis, los hurtos en supermercados y comercios de proximidad son un reclamo turístico para ciertos colectivos, los timos están de moda y las estafas son un deporte que cualquiera puede practicar.
Los robos y atracos son perpetrados por personas sin escrúpulos y desesperadas que como no tienen nada que perder, para ellos todo es ganar. Ganar a costa de los demás. De gente honrada y legal: de gente como tú. Si seguimos así todos querremos ser malos, pues el precio que finalmente pagan es muy bajo en comparación con el daño causado.
¿Qué nos queda? ¿Qué podemos hacer ante tanta injusticia, impotencia e impunidad? Sólo podemos hacer una cosa: asegurar nuestros bienes y servicios y aumentar nuestra seguridad.
La tranquilidad de saber que cuando tú no estás todo está protegido, que cuando te vas de vacaciones tu hogar está seguro, que cuando sales a la calle puedes andar en paz, que cuando cierras tu negocio o comercio puedes marcharte sin miedo y que cuando dejas tu coche en la calle por la noche duermes como un bebé, es algo que no se puede pagar con dinero, pues sentirte libre y seguro no tiene precio.
Si los cacos no descansan al menos nosotros descansemos al saber que siempre podemos estar protegidos. Te lo mereces y además te lo has ganado. Asegúrate de estar asegurado.
En Seguros Ginestar nos preocupamos por ti y tu familia, por eso estamos esperando para asesorarte sin ningún compromiso.
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